Escape de un narcobloqueo

Mmmmmm, sentía la ligera necesidad de escribir este acontecimiento que ocurrió hace algunos días, para ser preciso entre el sabadrink y el dominguito de hueva 31 y 1.  Como preámbulo haré mención de que mi vieja decía que el carro no llega a Saltillo y yo le decía en defensa que en el glorioso marramóbil hasta el infinito y mas allá! Respuesta madreativa de que el infinito de ese carro era demasiado cerca, como para llegar caminando.

Volviendo al tema central, los niños nacen, crece, y cuando crecen hacen piñatas y hay que ir y llevar mas niños y regalos, al final te das cuenta que esta todo inundado de niños chillones y gritones corriendo por todo lo circundante.

Para llegar a la piñata tuve que manejar una laaarga distancia, durante la tarde me ejecutó un tránsito de San Nicolás en Juan Pablo II por ir a exceso de velocidad, todo normal hasta ahí, perooo después de degustar una carnita asada y unas respectivas tecate light, me dispuse a regresar con mi familia.

Regreso por un sin fin de calles, entre una de esas esta la Av. Azteca, doy vuelta en John Peter II y esa lleva casi hasta mi castillo.  Bueno, en un semáforo en rojo viendo una camioneta vieja cada que le aceleraba salían toneladas de humo.  Cambia a verde, acelera la camioneta, acelero yo, y de otra calle que no se cual es, pero como referencia diré que estábamos frente al Poncho Kings de Linda Vista, sale una troca nueva, una lobo blanca con un fulano gritando.  No conozco a nadie de por esos rumbos y con unos alcoholes me pique con la camioneta viejilla.

Bueno, la camioneta blanca lo que iba a hacer era, cerrar a los demás carros, quitarles las llaves y hacer un narcobloqueo, estuvo a punto de alcanzarme pero mi querido marramobil aun arremanga chido, el acelerador al fondo, segunda, tercera, y velocidad luz, lo raro es que la camioneta contaminante y viejilla hizo lo mismo.  Me sorprendió realmente que el camuflaje de montón de tierra sirviera, y la velocidad alcanzada evitara que desconocidos quitaran mi preciado carro de las manos.  No se cuantos semáforos en rojo me lleve por el arco del triunfo, pero fueron mas de 8…

Llegué sano y salvo 10 min después a mi temible guarida del oso, abrí una cheve y me dispuse a meditar acerca de los acontecimientos y que si hubiera tardado dos segundos en arrancar, ahorita estaría en el inútil ministerio público tratando de recuperar mi carro.  En fin, que mas puedo pensar después de que un maldito hereje vino a amenazarnos de que no podíamos hacer comentario ofensivo alguno contra el gobernete Rodris Medina.  Me pregunto yo… como este imbécil piensa que todo esta bien si siempre trae a medio ejercito de guarros para el, pero a mi que soy un insignificante y simple mortal que me cargue el payaso???

Lo maldigo y que su alma se pudra en el infierno durante el resto de la eternidad, y un poco mas.

Al carajo, voy a fumar!

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3 respuestas a Escape de un narcobloqueo

  1. Avelina dijo:

    Ay primo, por eso ya no debe salir uno y debe kedarse a tomar chelas en su cantón ¬¬No te creas, que mal esta todo eso y tenemos ke padecerlo nosotros los asalariados.Lo chido es ke el marramóbil rulezzzzz!!!!!!!! hahahahaQue viva el marramóbil!!!! =DSaludos a la family!

  2. Gerardo dijo:

    Era el Morros en una Troka tecateando Pointers… jujujuju

  3. margarita dijo:

    Ay lobito me encanta como redactas tus anécdotas saludos

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